dimarts, 19 de maig del 2015

Un Reglamento Animal pionero.

Un foro parlamentario sobre protección felina hizo una mención específica a Ceuta por su plan piloto de captura, esterilización y retorno de gatos a una colonia callejera.

La sala Ernest Lluch, del Congreso de los Diputados, albergó el pasado 24 de abril el I Foro Parlamentario sobre la Protección Felina, organizado por la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA).

Agnès Dufau, presidenta de Plataforma Gatera que intervino la semana pasada en la presentación del Reglamento para la Tenencia, Protección y Bienestar de los Animales de Ceuta, desgranó un Manifiesto felino en este evento en el Parlamento.

El decálogo hace un llamamiento a que las administraciones implanten y reconozcan el CES (captura, esterilización y suelta) como único método aceptable para la gestión de la población de gatos callejeros, lo que supone una rechazo implícito pero rotundo a los sacrificios.

En este mismo acontecimiento en Madrid, los participantes realizaron una mención expresa a Ceuta, como señaló Dufau en su visita, por la entonces reciente entrada en vigor del Reglamento Animal de la ciudad. Una normativa que consideraron pionera al regular distintos aspectos de la protección animal bajo una misma normativa autonómica.

La abogada Raquel López, de ‘DeAnimals’, aportó el punto de vista jurídico sobre la gestión ética y eficiente de las colonias felinas así como a la entrada en vigor de la Ley 1/2015, importante porque modifica el Código Penal, y en especial, el artículo 337 del Código Penal, donde se regula el delito del maltrato animal. Al hablar de la protección de las colonias felinas a través de normas autonómicas, López puso como ejemplo la diseñada por el equipo de la Consejería de Sanidad y Consumo que dirige Abdelhakim Abdeselam.

¿Qué otras regiones autónomas o ciudades tienen legalizadas y controladas a la población felina sin propietario? Además de Barcelona, la Diputación de Valladolid y el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga tienen en marcha programas al respecto.

La antítesis de estas políticas proteccionistas que materializan reglamentos como el local, se encuentra en localidades como Cartagena, tal y como publicó La Razón el pasado fin de semana.

Los activistas de esta localidad murciana temen que el Ayuntamiento sacrifique a los gatos callejeros o bien los amontone en el Centro de Acogida para Animales Domésticos (CATAD), lo cual consideran una forma de matarlos “pasivamente” pese a que tiene la opción del CES.